¿Qué son las férulas de descarga?

Las férulas u ortosis oclusales (también denominadas férula de descarga, férula Michigan o férula miorrelajante) son uno de los recursos más comunes y efectivos para el tratamiento de los trastornos temporomandibulares y del bruxismo, pero siempre requieren un diseño adecuado y personalizado bajo la supervisión de un dentista, así como ser sometidas a revisiones y ajustes periódicos para su correcto funcionamiento.

 

¿Dónde debe colocarse?

En la arcada más inestable (superior o inferior) y que menos piezas dentarias tenga. La férula debe dar soporte a todas las piezas antagonistas. En condiciones normales, preferimos la arcada superior para el uso nocturno. En pacientes que necesitan llevarla por el día, preferimos la arcada inferior al interferir menos con el habla.

 

¿De qué material debe estar elaborada?

De acrílico auto o termopolimerizable duro. Los materiales blandos favorecen el apretamiento y pueden ocasionar empeoramiento de los síntomas a largo plazo. 

 

¿Qué características tiene que cumplir la férula oclusal? 

• Debe ser plana, sin ninguna huella. 

• Debe proporcionar un contacto simultáneo de todas las piezas antagonistas. 

• Debe cubrir todas las piezas de la arcada, para evitar extrusiones de las mismas. 

• Los dientes anteriores deben contactar sobre superficie plana y no sobre una rampa, que favorezca la retrusión mandibular. 

• Debe ofrecer una guía canina correcta que permita una desoclusión mínima adecuada de los sectores posteriores en los movimientos de lateralidades y protrusiva. 

• Debe estar perfectamente pulida. No debe presionar ningún diente ni los tejidos blandos. 

• En ciertas patologías, y sólo en casos muy concretos, el dentista puede indicar la realización de una férula en una posición adelantada. 

 

¿Cada cuánto hay que ajustarla?

La férula hay que revisarla a la semana de la colocación, para asegurarse de que no presiona ningún diente y revisar que haya un contacto oclusal adecuado de todas las piezas. Así como valorar la sintomatología del paciente si tuviera un problema de trastornos temporomandibulares. Habrá que volver a revisarle al mes. Dependiendo del caso las revisiones serán mensuales, trimestrales o semestrales. En casos de bruxismo deberán revisarse cada seis meses. 

 

¿Puede tener efectos secundarios?

Efectivamente, si no está bien realizada y/o ajustada puede provocar desde cambios oclusales a un empeoramiento de los síntomas tanto articulares como musculares.