Trastornos temporomandibulares
Los trastornos temporomandibulares (o disfunción craneomandibular) son un conjunto de enfermedades que afectan a la articulación temporomandibular (ATM) y a la musculatura masticatoria. Es una causa muy frecuente de dolor en el territorio orofacial y produce muchas
veces sintomatología como ruidos articulares (chasquidos, crepitación), restricciones en los movimientos de la boca y dolor irradiado a otras regiones (oído, cabeza, cuello).
Aunque su origen no está del todo claro, existen factores de riesgo bien conocidos, como son: el bruxismo (apretamiento-rechinamiento de los dientes), el estrés, la genética (es más frecuente en mujeres), traumatismos o una maloclusión dental.
Debido a su origen multifactorial, su tratamiento también debe ser multidisciplinar (esto significa que pueden intervenir distintos especialistas: odontólogos, fisioterapeutas, psicólogos, neurólogos, cirujanos maxilofaciales).
A nivel dental, una correcta salud y engranaje de los dientes (oclusión) repercute en la salud de la ATM. En este sentido, las férulas de descarga proporcionan estabilidad oclusal y articular, relajan la musculatura y previenen las consecuencias negativas del bruxismo.
Otros tratamientos eficaces en el manejo de los trastornos temporomandibulares son la fisioterapia (especialmente indicada en pacientes con dolor muscular), la psicoterapia
(cuando coexiste un componente emocional, estrés, ansiedad, depresión) y el empleo de diversos fármacos (siempre bajo la prescripción y supervisión de un facultativo).
La gran mayoría de los trastornos temporomandibulares pueden ser tratados con medidas conservadoras como las anteriormente descritas. Sólo en los casos más graves, o que no responden adecuadamente a las medidas convencionales, puede estar indicada una intervención quirúrgica (artroscopia/artrocentesis o cirugía abierta de la ATM).
Consejos generales para pacientes con trastornos temporomandibulares
¿Cómo se puede prevenir o mejorar?
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Evite situaciones que generen estrés o ansiedad.
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Evite forzar la apertura máxima de la boca. No apriete o rechine los dientes.
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No se muerda las uñas ni juegue a morder otros objetos (lápices, bolígrafos, etc.).
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Evite mascar chicles.
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Evite comer alimentos excesivamente duros y/o correosos (frutos secos, caramelos masticables).
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Evite comer bocadillos o piezas de fruta a bocados. Es mejor trocearlos en pequeñas porciones.
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Evite el exceso de estimulantes (café, té, bebidas energéticas, drogas).
¿Qué se recomienda?
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Tener una alimentación blanda.
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Aplicar calor seco local cuando haya dolor (planche un paño seco y colóquelo en la zona de dolor).
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Dormir cómodo y un mínimo de 7-8 horas.
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Realizar algún ejercicio físico diario.
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Practicar y aprender técnicas o ejercicios de relajación.
Cuando su médico se lo indique también puede estar indicado:
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Fisioterapia de la ATM
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Tratamiento farmacológico.